"De las cenizas de mi cuerpo crecerán flores, y yo estaré en ellas; eso es eternidad"

Martha Laura Cáceres Morales partió de esta dimensión el día Sábado 24 de Julio de 2021 a las 1:35 horas a la edad de sesenta y cuatro años habiendo logrado en sus últimos años pequeños sueños que siempre le hicieron ilusión. D.E.P. A los creyentes se les ruega una oración por su alma, a los no creyentes un brindis en su memoria. Ella desde siempre fue una mujer trabajadora, luchona, sencilla y humilde. Siempre la recordamos alegre y guapa al vestir. Hizo el bien y feliz a mucha gente en silencio. Una madre buena y preocupada en ayudar y guiar a sus hijas por el mejor camino, apoyando incondicionalmente en las buenas y en las malas. Una abuela divertida, dulce y dedicada a dar amor y cariño a sus 7 nietos. Te recordaremos por el resto de nuestras vidas y te pedimos si te es posible, visítanos en sueños y platícamos cómo te va en el cielo, allá en la otra dimensión.

Biografía

Martha Laura Cáceres Morales, nació el 24 de Febrero de 1957, en la ciudad de Tampico, Tamaulipas. México. Vivía con su mamá, sus hermanos y hermanas. Viajaron desde Tampico a fundar la ciudad de Cancún en familia. Fue una mujer trabajadora, sociable, activa. Sirvió en el aeropuerto por muchos años, apoyó en varios sindicatos. Le gustó siempre ser comerciante alcanzando siempre ser la mejor vendedora, cumpliendo metas, luchando para dar lo mejor a sus hijas. Durante sus últimos años dedicó tiempo a un talento que desde siempre la caracterizó: sus deliciosas tortillas de harina. Por años la buscaron clientes y ella durante ese tiempo mejoró su fórmula para dar resultado a un sabor único de su obra maestra "Las tortillas de la Abuela Laura". Lamentablemente éstos últimos dos años nos ha tocado vivir una pandemia devastadora que tocó las puertas de nuestra casa y se llevó a este ser hermoso y de Luz de nuestras vidas el día 24 de Julio de 2021. Aunque el alma se llena de dolor para los que estamos aquí abajo, también muy en lo profundo de nuestro ser sabemos que mamá ya anhelaba un descanso en el alma y ahora goza de la dicha de estar en el lugar donde no hay sufrimiento, dolor, preocupaciones, limitaciones. Sabemos que desde allá nos cuidará a todos y cada uno de modo incondicional como siempre lo hizo. Sabemos que la muerte no es fin, sino una continuidad en la otra dimensión de la Vida.